ORACIÓN: " EN FAMILIA POR LAS VOCACIONES
DICIEMBRE es el mes de la esperanza. Es un tiempo donde podemos volver a contemplar la novedad que trae Dios, hecho carne de María, en Jesús. Nosotros somos como los Reyes Magos, hombres que salen al encuentro de la Buena Noticia. La Iglesia, y de modo particular la Compañía, celebra la fiesta de San Francisco Javier. Hombre de búsquedas que jamás perdió la esperanza. Por su intercesión pedimos que este adviento y esta Navidad pongamos todo nuestro corazón a la escucha de Dios.
Busca un lugar y un momento tranquilo. Procura dejar de lado, por un rato, las preocupaciones y prisas del día a día, ahora lo que importa es encontrarse con el Señor Con calma, lee este pasaje del Evangelio (Lc 1,67-79):
grabados en mi corazón", distinga a los jesuitas. Ave María...
En diciembre, además, recordamos a estos santos jesuitas:
Como se habla con un amigo, pídele al Señor y recita un Ave María al final de cada intercesión.
De luz nueva se viste la tierra, porque el Sol que del cielo ha venido en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.
El amor hizo nuevas cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.
Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos moraba se hizo carne en la Virgen María. Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo y a su reino nos ha destinado. Amén.
1 de diciembre: Santos Edmundo Campion, Roberto Southwell y compañeros mártires.
3 de diciembre: San Francisco Javier.
- Señor, llama a muchos jóvenes a la Compañía de Jesús, hombres apasionados de Jesús y de su Reino. Ave María.
Su padre Zacarías, lleno de Espíritu Santo, profetizó: -Bendito el Señor, Dios de Israel, porque se ha ocupado de rescatar a su pueblo. Nos ha suscitado una eminencia salvadora en la Casa de David, su siervo, como había prometido desde antiguo por boca de sus santos profetas: salvación de nuestros enemigos, del poder de cuantos nos odian, tratando con lealtad a nuestros padres y recordando su alianza sagrada,lo que juró a nuestro padre Abrahán, que nos concedería, ya liberados del poder enemigo, servirle sin temor en su presencia, con santidad y justicia toda la vida. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque caminarás delante del Señor, preparándole el camino; anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de los pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará desde lo alto un amanecer que ilumina a los que habitan en tinieblas y en sombras de muerte, que endereza nuestros pasos por un camino de paz.
- Concédenos crecer siempre en amor a ti y a los demás para ser más dóciles a las inspiraciones del Espíritu.
Ave María...
- Para que el amor a la Compañía y a los hermanos que tenía Javier: "os tengo
- Cuida de todos aquellos que están atravesando un momento de crisis. Ave María...
- Te pedimos por los misioneros, para que sientan tu presencia en estas fechas. Ave María...
No dudes en añadir libremente otras peticiones o temas que quieras presentar ante el Señor. Al final, de nuevo con suavidad, despídete con esta oración y un Padre nuestro.
(Liturgia de las Horas)