Oración de amigas y amigos en el Señor - abril 2021

18.04.2021

¡Resucitó! ¡Aleluya!

Nos preparamos para la oración

Que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad. [EE 46]

Composición viendo el lugar

Trae a tu memoria y a tu corazón, como si presente estuvieses, la celebración de la Vigilia Pascual en la que pudiste participar. Escucha, canta, observa, ¡detente!

Petición

Señor, dame la gracia de alegrarme con tu triunfo sobre la muerte y por la irrupción de la VIDA entre nosotros.

Nos dejamos alcanzar por la Palabra

El Señor dijo a Moisés:

-¿Por qué me gritas? Di a los israelitas que avancen. Tú alza el bastón y extiende la mano sobre el mar, y se abrirá en dos, de modo que los israelitas puedan atravesarlo con los pies secos. Yo haré que el faraón se empeñe en entrar detrás de vosotros y mostraré mi gloria derrotando al faraón con su ejército, sus carros y jinetes; para que sepa Egipto que yo soy el Señor, cuando muestre mi gloria derrotando al faraón con sus carros y jinetes.

El ángel de Dios, que caminaba delante del campamento israelita, se levantó y pasó a su retaguardia; la columna de nubes que estaba delante de ellos se puso detrás de ellos, metiéndose entre el campamento egipcio y el campamento israelita; la nube se oscureció y la noche quedó oscura, de modo que no pudieron acercarse unos a otros en toda la noche.

Moisés extendió la mano sobre el mar, el Señor hizo retirarse al mar con un fuerte viento de levante que sopló toda la noche; el mar quedó seco y las aguas se dividieron en dos.

Los israelitas entraron por el mar a pie enjuto, y las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda.

Éxodo 14, 15-22

El pueblo de Israel, con la ayuda de Dios, dejó atrás la muerte, la esclavitud y la opresión y pasó a la Vida y la Libertad.

Tú, que también has vivido la Pascua, el paso del Señor en tu vida, ¿qué situaciones de muerte, de opresión y de esclavitud has dejado atrás para dar el paso a la Vida plena en Dios?

Nos dejamos alcanzar por la Luz

Goce la tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero.

Alégrese también nuestra madre la Iglesia, revestida de luz tan brillante;

resuene la tierra entera con las aclamaciones del pueblo resucitado.

Texto adaptado del Pregón Pascual

La luz de Cristo resucitado disipó las tinieblas que cubrían el mundo entero el día de la primera pascua.

En la Pascua que celebramos en el siglo XXI hay muchas sombras que nos impiden caminar en libertad y construir la dignidad.

Trae a tu corazón las sombras que quieres dejar alcanzar por la luz de Jesús Resucitado. Trae a tu corazón las sombras del mundo que tú, con tu luz, aunque ésta sea tenue, estás llamada o llamado a ayudar a disipar.

Nos dejamos inundar por el agua viva

Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte.

Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.

Romanos 6, 3-5

El ser humano "viejo" ha dado paso al "nuevo" que surge del agua viva de las fuentes del bautismo. Al sumergirnos en la vida nueva de Jesús hemos sido lavados y lanzados a la vida para ser vida y dar vida.

En esta Pascua que estamos apenas empezando a vivir, ¿qué quieres que renazca en ti por la vida que te ha inundado? ¿Qué tierras secas y hostiles quieres ayudar a regar para que surja la vida?

Para terminar

¿Qué has visto de camino,

María, en la mañana?

A mi Señor glorioso,

la tumba abandonada,

los ángeles testigos,

sudarios y mortaja.

¡Resucitó de veras

mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,

allí el Señor aguarda;

allí veréis los suyos

la gloria de la Pascua.

Primicia de los muertos,

sabemos por tu gracia

que estás resucitado;

la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate

de la miseria humana

y da a tus fieles parte

en tu victoria santa.

Secuencia del Domingo de Resurrección