Oración de amigas y amigos en el Señor - mayo 2021

11.05.2021

Con corazón de Mujer

Nos preparamos para la oración

Que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad. [EE 46]

Composición viendo el lugar

Imagínate al lado de Jesús recorriendo con él los caminos polvorientos de Palestina. ¡Junto a él en los momentos de gozo! ¡Con él en los momentos de dolor y sufrimiento! Observa, detente, siente, gusta internamente...

Petición

Señor, dame la gracia de estar tan cerca de ti y tan identificado y adherido a tu misión como lo fue María, la mujer pobre y humilde de Nazaret.

Con mirada y corazón de mujer

María modelo de creyente...

El sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David; la virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo:

-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Al oírlo, ella se turbó y discurría qué clase de saludo era aquél.

El ángel le dijo:

-No temas, María, que gozas del favor de Dios.

Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su reinado no tenga fin.

María respondió al ángel:

-¿Cómo sucederá eso si no convivo con un varón?

El ángel le respondió:

-El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te hará sombra; por eso, el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios.

Mira, también tu pariente Isabel ha concebido en su vejez, y la que se consideraba estéril está ya de seis meses. Pues nada es imposible para Dios.

Respondió María:

-Aquí tienes a la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra.

El ángel la dejó y se fue.

Lucas 1, 26-38

Cuando la incertidumbre nos rodea. Cuando la búsqueda de seguridad se vuelve obsesión... ¿podremos decir, como María, ¡hágase!?

María modelo de compromiso con la VIDA...

Proclama mi alma la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque se ha fijado en la humildad de su esclava y en adelante me felicitarán todas las generaciones. Porque el Poderoso ha hecho proezas, su nombre es sagrado. Su misericordia con sus fieles continúa de generación en generación.

Su poder se ejerce con su brazo, desbarata a los soberbios en sus planes, derriba del trono a los potentados y ensalza a los humildes, colma de bienes a los hambrientos y despide vacíos a los ricos.

Socorre a Israel, su siervo, recordando la lealtad, prometida a nuestros antepasados, a favor de Abrahán y su linaje por siempre.

Lucas 1, 46-55

Cuando el no a la vida, a la justicia, a la paz, a la verdad, a la reconciliación se adueñan del alma humana... ¿podremos optar, como María, por el sí de Dios a la VIDA, la JUSTICIA, la PAZ, el AMOR...?

Te imaginas, después del encuentro de la Madre con el Hijo resucitado, ¿cómo sería su Magníficat?

María modelo de solidaridad con las necesidades del pueblo...

Al tercer día se celebraba una boda en Caná de Galilea; allí estaba la madre de Jesús. También Jesús y sus discípulos estaban invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dice:

-No tienen vino.

Le responde Jesús:

-¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora.

La madre dice a los que servían:

-Haced lo que os diga.

Juan 2, 1-5

Cuando la globalización de la indiferencia gana terreno en la sociedad. Cuando el egoísmo y la vida cómoda nos seducen... ¿podremos, como María, hacernos cargo de la realidad de los más pequeños de la comunidad saliendo de nuestro propio amor, querer e interés?

Para terminar

Jesús, ayúdame a esparcir tu fragancia

donde quiera que vaya;

inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;

penetra todo mi ser y toma de él posesión

de manera que mi vida no sea en adelante

sino una irradiación de la tuya.

Quédate en mi corazón,

que todos puedan sentir en mí tu presencia;

y que al mirarme no piensen sino en Ti.

Quédate conmigo y conviérteme en luz para los otros.

Te serviré apenas de instrumento,

como una lámpara que alumbra por el camino.

Déjame predicar tu nombre sin palabras...

Ayúdame a ser tu ejemplo, tu amor, tu paz

y tu alegría.

Adaptación de John Henry Newman